El pasado 12 de marzo tuvimos la oportunidad de disfrutar de una magnífica ponencia a cargo de Antonio Escolar Pujolar, médico epidemiólogo social. En ella se pusieron sobre la mesa las desigualdades sociales que afectan a la salud mental de las ciudadanas y ciudadanos.
La mortalidad por suicidio en Andalucía muestra una marcada desigualdad de género, con tasas casi cuatro veces mayores en hombres que en mujeres, especialmente en edades avanzadas y en municipios pequeños. Los hombres sin estudios, mayores de 64 años, residentes en áreas con alta privación y en provincias orientales como Jaén, Granada y Málaga, constituyen el grupo de mayor riesgo. En mujeres, aunque el riesgo es menor, aquellas sin estudios y separadas o divorciadas presentan mayor vulnerabilidad. La tendencia general indica una disminución en hombres y estabilidad en mujeres, aunque persisten desigualdades sociales significativas. Para abordar este problema es urgente priorizar la justicia social, invertir en intervenciones multisectoriales y en reducción de la pobreza, fortalecer la investigación sobre determinantes sociales y garantizar un seguimiento longitudinal e inclusivo de la salud mental, con énfasis en la equidad entre prevención primaria, secundaria y terciaria.
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